HISTORIA DE MONGAY

La fábrica de pinturas más antigua de España

1903 – Los inicios

Nuestra historia se remonta al año 1889, cuando nació Rafael Mongay Noguero (8 de enero de 1889), quién comenzó a tomar contacto con el sector de los barnices y pinturas a la edad de 14 años, trabajando como aprendiz en la fábrica Gómez y Planella. Gracias a su interés, dedicación y al buen trabajó que realizó durante esos años, consiguió ser el encargado de fabricación en la nueva razón social Juan Planella.

1917 – La fundación

El día 9 de mayo de 1917, junto con unos cuantos socios, se funda en Barcelona la sociedad Mongay, Hervás y Cia., con domicilio social y fábrica en la calle Béjar 63-67. En la actualidad, es la fábrica de pinturas más antigua de España.

Rafael Mongay Noguero, uno de los pioneros en el sector de la pintura de nuestro país

Años 20 – Las primeras pinturas

Durante el siglo XIX y a principios del XX las pinturas se fabricaban de forma muy artesanal y rudimentaria. Era una técnica basada sobre todo en la experiencia.

Como aglutinantes se empleaban dextrinas (féculas de maíz y de patata), gomas naturales de origen animal (goma laca) o vegetal (arábiga, sandaraca, damar), aceites (linaza, soja, cártamo), brea, betún, sustancias resinosas, se empleaba la colofonia con la que se fabricaban los resinatos al hacerla reaccionar con óxidos o con sales metálicas y que se utilizaban como secantes en las pinturas al aceite. Como diluentes se empleaba sobre todo el aguarrás y el white spirit; y como pigmentos se empleaban las tierras naturales (óxidos rojos de Málaga), albayalde, minios de hierro y de plomo, cinabrio, óxido de zinc.

Así nacieron una serie de productos que tuvieron gran aceptación en el mercado como el NEGRO “REAL”, el BARNIZ FLATTING, el BARNIZ AL ALCOHOL, el BARNIZ CHAROL, el MINIO DE HIERRO “TURIA”, la PINTURA AL ACEITE “MUNDIAL”, la CAUCHOLINA “REAL”, el TAPAGOTERAS, el SECANTE LÍQUIDO “SOL y TIERRA”, etc. Algunos de estos productos han sido modificados posteriormente y siguen siendo muy populares a día de hoy.

1936 – La guerra y la posguerra

Junto a toda la industria química española, nos vimos afectados por la Guerra Civil Española (1936-1939). Las ventas descendieron y una de las principales dificultades era la obtención de productos y materias primas necesarias para la fabricación.

Nuestra sociedad estuvo a punto de disolverse, pero Rafael Mongay Noguero fue el único socio que asumió la responsabilidad de seguir produciendo las pinturas y barnices que hacía ya 20 años que fabricaba. Incorporó a la empresa a su hijo mayor Rafael Mongay Badía, quien posteriormente tomaría las riendas dando un nuevo impulso a la sociedad.

El fundador de Mongay tenía una visión futurista y, aunque eran tiempos difíciles y el resto de socios dejaron de apostar por la empresa, adquirió nuevos terrenos fuera de la capital y alquiló unas naves en la calle Navas de Tolosa, 359 de Barcelona. De esta forma, el 9 de agosto de 1943 se constituyó una extensión de la sociedad con el nombre de L.A.M.S.A..

Años 50 – Tiempos prósperos

En 1949 se incorporó a la nueva sociedad a Ricardo Mongay Medina, el hijo pequeño del fundador. Al año siguiente ya actuaba como gerente de L.A.M.S.A.

Barcelona iba creciendo, se reestructuraron sus distritos, se modernizaron sus edificios y sus vías públicas y las autoridades municipales iban desplazando las industrias hacia zonas periféricas.

En el año 1953, nos trasladamos a l’Hospitalet de Llobregat y en 1955 nos convertimos en la actual MONGAY, SA. Con el espíritu emprendedor y dinámico de la familia Mongay, la compañía se transforma y se multiplican las ventas en toda España gracias a la fabricación de nuevos productos innovadores.

1962 – Acuerdos comerciales

Gracias a la prosperidad del negocio a nivel nacional, quisimos internacionalizarnos y en 1962, firmamos un contrato de colaboración técnica con la empresa suizaWalter Mäder, A.G, una de las industrias técnicamente más avanzadas de Europa.

Gracias a este acuerdo, conseguimos obtener la formulación y los procedimientos técnicos para fabricar productos antioxidantes y especialidades para la protección de maquinaria y estructuras de hierro.

1964 – La tercera generación

El 2 de enero de 1964 se incorporó a la sociedad Rafael Mongay Fernández, el hijo mayor de Rafael Mongay Badía.

Rafael Mongay Fernández codificó de una forma racional las primeras materias y los productos acabados e implantó al mismo tiempo nuevos métodos de control. También se ocupó de la parte técnica y desarrolló nuevos productos para adaptarse a las necesidades de los clientes.

Al fallecer Ricardo Mongay Medina en 1975, fue nombrado gerente y pasó a ocuparse también de las relaciones con la sociedad Walter Mäder, A.G.. Lo que al principio empezó con una relación comercial, con el tiempo llegó a transformarse en un estrecho vínculo de amistad con el propio Dr. Louis Mäder.

Años 70 – El desarrollo tecnológico

Durante esta década se realizaron grandes avances tecnológicos y se descubrieron una gran cantidad de nuevas materias primas (resinas, pigmentos, aditivos, etc.). Aprovechamos el reto tecnológico y gracias a la dedicación y a los esfuerzos para ensayar con las distintas materias, conseguimos mejorar los productos existentes y creamos otros productos nuevos.

Paralelamente aparecieron nuevos sistemas de medición y de control que aplicamos a la investigación y desarrollo de nuevos productos. También incorporamos al proceso productivo nuevos equipos y maquinaria que nos permitió simplificar los métodos de trabajo y acortar los tiempo de producción.

Años 90 – Normas y legislación

La seguridad de nuestros trabajadores junto a la calidad y la sostenibilidad de nuestros productos siempre han sido la base de nuestro trabajo. En 1982 implantamos el primer Manual de Garantía de Calidad que fue el precursor de los nuevos estándares. De esta forma, nos adelantamos a la norma ISO 9001 de Calidad que más tarde se completaría con la Norma ISO 14001 de Medio Ambiente.

Obtuvimos nuestro primer certificado de calidad en el año 1997 (Sistema de Gestión de la Calidad: ISO 9001, el cual es reconocido internacionalmente). Siete años más tarde, nuestro trabajo para respetar el medio ambiente fue reconocido mediante el certificación por un Sistema de Gestión Ambiental Efectivo: ISO 14001.

Ambos certificados se mantienen en vigor y son revisados año tras año. Con estos reconocimientos nos aseguraremos la calidad de nuestros productos y el cumplimiento con toda la normativa vigente en medio ambiente y seguridad en el trabajo, contribuyendo así a una mejora del servicio, a un respeto por el medio ambiente y a una mayor seguridad de los trabajadores.

Años 2000 – La cuarta generación

En los últimos años, hemos apostado por la innovación e investigación para seguir siendo referentes del sector.

Con el objetivo de seguir avanzando, en 2001 incorporamos a Carlos Mongay Batalla, sobrino de Rafael Mongay Fernández, quien con el tiempo sustituirá la labor de investigación y desarrollo llevada a cabo por éste durante más de 30 años.

Más adelante, en 2008, se incorpora a la empresa Rafael Mongay Vall para modernizar el área comercial y hacerse cargo de la red informática y de comunicaciones de la empresa.

Finalmente, en 2018, Grupo Prolutec y Mongay nos unimos para seguir trabajando en el desarrollo y la fabricación de productos de calidad, manteniendo la innovación y el respeto por el medio ambiente como uno de los pilares fundamentales de la empresa.

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